
En Perú, el plan de emergencia se rige por la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, su Reglamento y Modificatorias. Esta ley establece las normas para la implementación de planes de emergencia en el país. Además, la Ley N.º 28611, Ley General del Ambiente, regula las emergencias ambientales en Perú. También, el Decreto Supremo N.º 011-2014-SA aprobó el “Plan de Mejoramiento de Capacidades Básicas de la Vigilancia y Respuesta en el país”. Tenemos otras regulaciones complementarias en cada sector como minería y petróleo.
¿Qué es una Brigada de Emergencia?
Es un grupo de trabajadores voluntarios o designados, organizados y capacitados para actuar de forma rápida y coordinada antes, durante y después de una situación de emergencia. Su rol es fundamental dentro del Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST) y forma parte del plan de prevención, preparación y respuesta ante emergencias.
Tipos de Brigadas más Comunes
- Brigada de evacuación: organiza y dirige el desalojo ordenado de personas.
- Brigada contra incendios: actúa en conatos de incendio, utilizando extintores y sistemas de control.
- Brigada de primeros auxilios: brinda atención inmediata a personas lesionadas.
- Brigada de búsqueda y rescate: localiza y evacua personas atrapadas o en peligro.
- Brigada de materiales peligrosos (Hazmat): responde ante derrames o fugas químicas; requiere formación especializada.
¿Por Qué Son Vitales para las Empresas?
Reducen los tiempos de respuesta ante emergencias.
Protegen la vida y salud de trabajadores y visitantes.
Minimizan daños a la infraestructura, equipos y medio ambiente.
Fomentan una cultura de prevención y participación activa.
Representan un requisito legal en muchos países y ayudan al cumplimiento normativo.
¿Cómo Conformar una Brigada Efectiva?
Para determinar cómo debemos conformar la brigada, las necesidades de capacitación e implementación debemos generar un análisis de riesgo y no solo usar literalmente lo que la norma nos pide, evitar hacer “SOLO LO QUE LA LEY PIDE”.
- Identificar los riesgos: Realizar un análisis de riesgos para identificar las posibles emergencias a las que la organización o comunidad podría estar expuesta. Esto puede incluir desastres naturales, incendios, accidentes, entre otros.
- Estimar los Recursos Disponibles: Debe analizarse los recursos públicos para el soporte en corto plazo como Bomberos, Policía, Centros de Salud, etc. Cuál es el tiempo real de arribo de la ayuda estatal o de empresa, amigas. Esta información nos ayudará a estimar la autonomía que debemos tener en la respuesta.
- Definir las funciones y responsabilidades la brigada de acuerdo con los riesgos estimados.
- Determinar el número de brigadistas necesarios: Evaluar la cantidad de personal requerido en cada brigada de acuerdo con la magnitud de la organización o comunidad y los posibles escenarios de emergencia. No existe una regla para la determinación del número, sin embargo, podemos tomar como referencia el número de un equipo mínimo de respuesta que se conforma por 6 personas, incluido el capitán o líder de brigada.
- Seleccionar y capacitar a los brigadistas: Identificar a las personas idóneas para formar parte de las brigadas de emergencia y proporcionarles la capacitación necesaria de acuerdo con los riesgos identificados.
- Establecer un plan de comunicación y coordinación: Definir los canales de comunicación y coordinación en casos de emergencias, tanto internas como externas.
- Realizar simulacros y ejercicios de entrenamiento: Es fundamental llevar a cabo simulacros periódicos para que las brigadas practiquen sus funciones y se familiaricen con los procedimientos en caso de emergencia.
Conclusiones y Recomendaciones
Las brigadas no deben verse como un simple trámite, sino como un recurso estratégico para proteger la vida y los activos de la empresa.
Una brigada bien entrenada puede contener emergencias en sus primeras etapas, evitando consecuencias mayores.
El plan de emergencias debe revisarse al menos una vez al año o después de cada simulacro o incidente.
El compromiso de la alta dirección es fundamental para garantizar formación, dotación y reconocimiento al personal brigadista.
Incluir a las brigadas en la cultura organizacional fortalece el sentido de pertenencia, la responsabilidad colectiva y la resiliencia.